

En esta primera reflexión en acción queremos enfocarnos en varios puntos, ya que de momento como grupo todos los trabajos realizados han sido experiencias de aprendizaje que nos han ayudado a crecer como estudiantes pero también como personas. A diferencia de semilleros, todo comenzó un 5 de abril, éramos 10 chicos los que habíamos elegido TEDxUCG como su proyecto de aplicación profesional; como era de esperarse al principio, como no nos conocíamos entre todos, si no unos cuantos, no existía confianza y se sentía ese miedo de trabajar en conjunto pues casi todos venimos de carreras diferentes y teníamos pensamientos opuestos, además de que cada uno contaba con una idea distinta de lo que era el éxito y de cómo se debía abordar el tema en el PAP. Sin embargo, a lo largo del desarrollo del seminario, gracias a las actividades y tareas que debíamos hacer de forma grupal, de a poco pudimos empezar a entender y respetar la opinión de cada uno de los integrantes, saber que cada uno es bueno desde su área de expertiz, al punto de que en la actualidad se podría decir que maybe - palabra utilizada por todo el grupo - confiamos en el trabajo del otro e incluso llegamos a consensos que en un principio no se podían llegar. Además, al ser un grupo numeroso, también se nos era complicado poder estar todos reunidos bien sea por temas laborales, personales, etc., pero aprendimos a ver las fortalezas de cada uno y saber que si alguno no pudo aportar en algún momento, en otra ocasión lo lograría, apoyándonos mutuamente.
Otro aspecto importante de recalcar es que al inicio no todos estábamos acostumbrados a trabajar en equipo y unos cuantos tratábamos de imponer ideas y decisiones, pero situaciones como estas han ido mejorando; y como dijimos mientras hacíamos esta Reflexión en Acción, al día de hoy sorprendentemente nos caemos bien. Otro aspecto es que desde un comienzo también sufrimos un poco porque ninguna de las dos comisiones cuenta en sí con un redactor creativo y al tener el proyecto un componente comunicacional de peso, supusimos que esto iba a ser un problema para nosotros, sin embargo esto eventualmente nos ayudó a potenciar habilidades que tal vez ya teníamos pero que no nos habíamos dado cuenta, y a buscarle una solución al asunto. Por otro lado, también nos gustaría mencionar que al elegir este proyecto, realmente nunca tuvimos claro y nos confundimos con lo que realmente debíamos hacer, pues no conocíamos cuales eran las limitaciones que iban a surgir en ello, en cuanto al lugar del evento, la capacidad de personas a asistir y restricciones dentro de las presentaciones y demás, que pudimos entender una vez que leímos el manual enviado por la misma organización. Desde el inicio del seminario, al darnos cuenta de todas las limitaciones, este contexto nos hizo reajustar nuestras expectativas. A partir de eso tuvimos que replantear nuestras ideas, aprendimos un poco más acerca de investigación cualitativa y cuantitativa, de cómo formular un árbol de problemas y una matriz de marco lógico para poder saber qué acciones tomar y poder a la vez justificarlas, esto fue pesado para nosotros porque si bien para algunos eran cosas que tal vez las habían visto por materias como metodología de la investigación y sus derivadas, para nosotros estaban como un disco guardado, con mucho polvo. Para todos empezar a desarrollar y de verdad indagar en la problemática que teníamos que formular a partir del árbol de problemas fue muy difícil, porque como dijimos antes, al ser 10 personas era muy difícil llegar a un consenso, en virtud de eso, fue que el grupo comenzó a consolidarse; la verdad es que fue un desafío que al final nos dimos cuenta que tal vez no era tan complejo como lo estábamos viendo.
Dentro del marco del seminario, nuestra investigación dio su origen, pero nuestros pasos fueron muy apresurados en la realización de nuestro primer grupo focal. Creímos que la última palabra la tenía el grupo focal y no hicimos una investigación previa, y si, en el grupo focal solo invitamos a personas que creíamos que tenían éxito y no investigamos a personas que no lo tenían; generando un malestar porque las ideas no tomaban forma. No logramos contrastar las percepciones de otras personas; es decir debíamos investigar a las dos caras de la moneda, que al final todas esas opiniones importaban porque nos harían comprender nuestra problemática desde un punto de vista más macro. Por eso, después realizamos entrevistas a personas dentro de ese grupo no investigado hasta el momento y en base a sus respuestas, esquematizamos y contrastamos, lo cual dió lugar a identificar problemas, causas, soluciones y delimitar el proyecto dando pie a lo que de momento tenemos en mente a realizar.
El marco lógico nos ayudó a entender a profundidad los posibles factores que se involucren dentro de nuestro problema macro, que probablemente nosotros no considerábamos que nos afectaba y luego de varias reuniones y un largo día de sol a sol en una de las casas se pudo resolver; esto nos ayudó a poder tener una noción del tipo de actividades que realizaremos, nos ayudó a aterrizar las ideas y a darle más cimientos a la idea de nuestro proyecto. Por último el Pecha Kucha, esa bendita pero gran presentación que tuvo muchos borradores antes de llegar a su versión final, consideramos que ese fue el reflejo de toda esta primera parte de la titulación, noches sin dormir, prueba y error, discusiones, enojos entre todos pero al final se logró y si fue algo de lo que nos sentimos orgullosos hasta ahora, tenemos que seguir mejorando como grupo, como profesionales y como personas para poder sacar lo mejor de este proyecto y ser recordados, pero más que ser recordados es poder compartir esta experiencia que queremos crear con las personas y que se lleven algo de ello.